domingo, 9 de agosto de 2015

No se arreche en Santander, conciliemos desde chismes hasta líos entre vecinos

Los principales conflictos entre los santandereanos refieren peleas entre vecinos, incumplimiento en arrendamientos, delimitación de linderos, visitas de padres separados a sus hijos y chismes, entre otros. Estos problemas son mediados por los 400 integrantes de la red de conciliadores de Santander.


No se arreche en Santander, conciliemos desde chismes hasta líos entre vecinos(Foto: Suministrada/VANGUARDIA LIBERAL)

Bajo el lema 'No se arreche, conciliemos', líderes de comunidades llevan seis años mejorando la convivencia. Estas personas sobresalen por su objetividad a la hora de dar consejos para que los conflictos no desemboquen en más violencia.

Lo que quiere lograr esta estrategia es aportar a la construcción de paz en Santander. La subdirectora de Escuela de Justicia Comunitaria de la Universidad Nacional, Mónica Cruz, explicó a Vanguardia.com que el esfuerzo está enfocado para que "exista la certeza de que cada vez que haya un conflicto no debo destruir al otro, ni matarlo, sino que debo conciliar con él".

Para este fin, comunidades divididas en sectores como el religioso, de género y las juventudes, de 30 municipios de Santander, identificaron y postularon más de 400 líderes dispuestos a buscarle solución a los problemas que ocurren entre los ciudadanos.

Al respecto, el director de la Escuela de Justicia Comunitaria de la Unal, Edgar Ardila, ve a Santander como "un departamento donde las diferentes formas de violencia que atacan el país y la cultura conflictiva se hizo predominante en el actuar de las comunidades. La falta de una justicia, que entendiera las particularidades de esos conflictos, disminuyó la posibilidad de estabilizar las relaciones".

Esta red de conciliadores empezó a funcionar durante la pasada administración departamental. Actualmente sigue vigente por un contrato interadministrativo entre la Universidad Nacional y la Gobernación de Santander por $300 millones, que ya se están agotando. Ardila espera que los nuevos gobernantes no desaprovechen el proyecto, pues "está madurado, y claro, bien estructurado".




Así funciona
Cuando algún santandereano tenga un conflicto puede acercarse a la alcaldía de su localidad para conocer la lista de conciliadores, que pueden ayudarle a llegar a un acuerdo, o contactarlos directamente.

La persona que tome el caso cita a ambas partes para dialogar y encontrar una alternativa que las beneficie. Seguidamente, cuando existe un trato, se elabora un acta que tiene el mismo peso que una sentencia de la Corte Suprema de Justicia, así que si por algún motivo se llega a incumplir, el afectado puede reclamar ante un juez.

Desde hace un año y medio los conciliadores trabajan en jornadas masivas con la Fiscalía. Este procedimiento  ayuda a agilizar los procesos que avanzan lentamente en esa entidad, pues según la Subdirectora de Justicia en Equidad de la Universidad Nacional, "en una jornada perfectamente se pueden resolver perfectamente 50 casos".

Mónica Cruz enfatiza que la violencia en Santander está muy marcada. "Aquí prefieren matar un hermano que conciliar". Por esta razón recalcó que "cada conflicto que no se tramita es un potencial muerto".



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